El duende gruñón
Había una vez un duende gruñón, que vivía en una aldea con más duendes y siempre decía - ¡Odio todo! un día, fue a la ciudad a buscar comida para la aldea pero al cruzar la calle, un carro lo golpeó, se levanto y el siguió caminando hasta que llego al puente, donde tenía que nadar para poder llegar a su aldea.
Al llegar a la aldea , todos le preguntaron que le paso, el les contó su odisea, y los duendes le dijeron que se cuidara un poco más y que no tenia que ser gruñón por que le iban a pasar cosas malas y un día le paso algo feliz, todos se pusieron contentos y el duende todos los días se puso a regalar dinero y comprendió que la felicidad la hace cada persona.
Ese duende era especial, eh, mira que odiar todo... ¡Qué bueno que comprendió algo tan importante! (MGE)